En estas fechas navideñas que corren, es algo normal que en nuestro trabajo celebremos una comida o cena de empresa, principalmente para socializar con el resto de compañeros. Algunos ya la habréis celebrado y otros seguro que la tenéis pendiente y la haréis en los próximos días. Pues debéis saber que este tipo de eventos son un auténtico arma de doble filo, con el que hay que tener cuidado para no tener consecuencias. De hecho es una de las celebraciones con más peligro para tu vida laboral. Por eso, queremos daros unos consejos acerca de las cosas que no se pueden hacer bajo ninguna circunstancia en tu comida de empresa.
1. No debes desentonar ni «dar el cante«:
- Viste de forma adecuada. No vayas vestido como cualquier día de trabajo, pero tampoco te pases arreglándote.
- No estés encima de los camareros, no debes estar pendiente de ser el primero en coger las primeras copas o canapés, ni tengas una en cada mano por si acaso tardan en pasar cerca de nuevo.
- No te quejes, ni del sitio, ni de las viandas, eso es despreciar a quien te invita, lo importante es pasar ese rato con tus compañeros.
2. Mantén las distancias con tus jefes y el resto de superiores.
- Aunque estés en una situación informal y fuera del horario laboral, tus jefes siguen siendo tus superiores, no tus amigos, no lo olvides, ellos no lo olvidarán al día siguiente.
- No aproveches la situación para pedirles favores ni aumentos, ni quiera lo hagas a modo de broma, porque no se van a reír.
- No presumas con ellos de tu trabajo, y déjalos respirar, no les interesa, y quieren estar también con más gente.
- Cuanto menos bebas delante de ellos y más correcta sea tu actitud, mejor.
3. Cuidado con lo que hablas.
- Evita hablar sólamente de trabajo, para eso ya hay muchos días, y ese no es el momento. La religión y la política también son temas delicados, te puedes ver en conflicto de opiniones con alguien.
- Nunca, jamás, cuentes chistes sobre tus superiores, por muy graciosos que sean.
- No critiques al resto de compañeros con los demás, todos tenemos nuestros fallos. Mucho menos con el personal de RRHH.
4. Modérate. Que no se te vaya de las manos.
- No seas el primero en tomarte una copa. El día o noche es largo y no tienes prisa.
- Ni se te ocurra cantar.
- No hagas cosas como enseñar tu nuevo tattoo. Si lo llevas tapado es por algo, no importa quién te lo pida.
- No te vayas a poner «cariñoso» con un compañero/a; si el resto del año no lo haces, ese tampoco es el momento. Éste es un fallo muy común que siempre termina trayendo consecuencias. Aunque te parezca más atractiva porque se haya arreglado para el evento. Mañana tenéis que volver a trabajar juntos (o no).
- Si el momento o la situación ha podido contigo y has decidido saltarte el punto anterior, al menos hazlo con discreción y donde nadie te vea, seguro que los demás llevan móviles y cámaras.
- Una corbata en la cabeza. No, por favor.
- No invites a nadie externo a la empresa, no se puede ser gorrón, y los demás se darán cuenta.
- No presumas de las copas que te has bebido. Eso no te hace más hombre. Tampoco hablar de aquel día en que cogiste la borrachera de tu vida.
- No bailes tan enérgicamente, ese día no es bueno darlo todo en la pista de baile.
- Tampoco vayas a bailar de manera sensual. A saber cómo acabas.
5. Lo que ocurra en la cena, que se quede en la cena.
- Huye siempre de las fotos si has caído en uno de los puntos anteriores. O temblarás al abrir Facebook en los días posteriores.
- En las fotos de grupo, no hay que salir en todas, ni con el vaso siempre vacío.
- No hagas tú las fotos. Habrá quien te odie.
6. Sal de allí conservando tu dignidad.
- Si acompañas a alguien a su casa, ten cuidado, que ya sabemos cómo se empieza, pero se puede acabar de cualquier forma.
- No se te ocurra faltar al trabajo al día siguiente. De nada sirven las ridículas excusas, los demás no son tontos, y no vas a caer enfermo en las tres horas posteriores a la fiesta. Y por supuesto ve con ropa diferente y después de darte una ducha.
- Recuerda, una retirada a tiempo es una victoria, no tienes por qué ser el último en salir de la fiesta. Y si lo eres, que sea con la capacidad de andar intacta.
Después de todas estas cosas que debes tener en cuenta para tu propio bienestar en tu puesto de trabajo, sólo me queda desearte que te lo pases bien, ¡y que sea la empresa la que corra con la cuenta!